En este blog encontraréis diferentes apartados a los que podréis acceder por el menú de temas. La sección Editorial consiste en artículos de opinión y actualidad. En el apartado ¿Como funciona...? encontraremos artículos científicos sobre cosas que fueden resultar interesantes, y quiza nos hayamos preguntado alguna vez. Por último, en el capítulo Historia trataremos algunos episodios de la historia española, y mundial. Espero que encontréis al menos algo de vuestro agrado.

sábado, 11 de octubre de 2008

Algunos tipos de bombillas

La lámpara de incandescencia tiene los días contados debido a una mayor eficiencia de las lámpara fluorescentes compactas, o incluso de la intromisión en el mercado de los LED.
En una lámpara incandescente (una bombilla de las de siempre), los filamentos de tungsteno alcanzan una temperatura de unos 2000 grados centígrados. El grosor de las paredes debe ser completamente uniforme (cualquier mínima imperfección haría que se fundiera). Pero solo el 10% de la radiación que llega a la bombilla se mite en forma de luz visible; el 90% restante lo hace en forma de calor. En el interior de la ampolla rarificada (se ha extraido aire para que no se oxide el filamento), llega un momentoen que del filamento se han evaporado tantos átomos, que en algn punto el adelgazamiento hace que se rompa. En las lámparas de más de 25 Watios los fabricantes rellenan la ampolla de un gas inerte argón o xenón) para lentificar la evaporación.

En un tubo fluorescente, una reactancia produce una alta tensión creando un arco voltaico entre los electrodos de tungsteno colocados en los extremos. El arco excita los átomos del vapor de mercurio (separa electrones de su posición dentro del átomo para que vuelvan a ocuparla posteriormente emitiendo un fotón), que liberan fotones ultravioletas. Como no podemos ver esta radiación, los tubos se recubren interiormente con un luminóforo (fósforo habitualmente). Los fotones ultravioletas inciden en el revestimiento, que a su vez emite luz visible.
Algunas personas encuentran esta luz algo hiriente, ya que al ojo humano le agrada ver todas las longitudes de onda, y hay algunas que el revestimiento luminescente no emite. Se están mejorando los luminóforos para subsanar esta limitación.
Los tubos primitivos tardaban algunos minutos en emitir todo el flujo luminoso; además zumbaban y parapadeaban. Pero las reactancias electrónicas que han sustituido a las antiguas reactancias magnéticas han dado fin a tales inconvenientes y han facilitado la reduccion del tamaño de los tubos, posibilitando arrollarlos, dando lugar a las lámparas fluorescentes compactas, o de bajo consumo como las conocemos habitualmente.
El rendimiento de una lámpara fluorescente cuatrplica el de una lámpara de incandescencia. Por consiguiente, una CFL de 25W ilumina tanto como una incandescente de 100W, y consume sólo un cuarto de la energía. Para una misma luminosidad los fluorescentes compactos gastan menos y dura mas (aunque sean mas caros, se ven compensados).

También los diodo emisores de luz (LED) entrarían en liza en los años venideros. La corriente que atraviesa un diodo semiconductor provoca el movimiento de agujeros y electrones; cuando ambos chocan emiten un foton de ciert color. Distintos semiconductores emiten diferentes colores. La apariencia de luz blanca se crea mediante la combinación de diodos rojos, azules y verdes dentro de una misma cápsula, o la cobetura con un luminóforo amarillento de un diodo azul. Las luces de estado sólido ofrecen la misma eficiencia y duran tres veces mas que las CFL. Pero las versiones de rosca apenas llegan a iluminar como una bombilla incandescente de 25 W y son más caras.

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